martes, 10 de marzo de 2009

Princesas y soledades

La princesa mojada por el agua de lluvia
llora el rio que todos decimos llorar,
y su llanto corre entre ella y sus amigos,
seres queridos de los que nos alejamos aunque no nos queremos alejar.

Caminaba hacia el oeste tratando de perder el rumbo,
y un enjambre de emociones lastimaban su pecho.
Sentimientos encontrados y esperanzas perdidas,
y un único deseo, el de desaparecer.

La soledad era una compañera que no quería tener,
pero la única que podía ser su amiga.