martes, 14 de abril de 2009

...

Las noches sin luna buscan refugio entre las estrellas,
Y los días corren cada vez más rápido,
Buscando alivio en el olvido del ayer.
Mientras nosotros humanos buscamos un sentido
A todo aquello que no podemos cambiar.

Una vida pasa desencantada
por el mundo que le tocó vivir;
un mundo de guerras y de muerte,
de soledades y olvidos,
Un mundo en el que al parecer
lo primero que murió fue la esperanza.

Una vida pasa desencantada,
Por la vereda de enfrente,
Donde siempre todo importó menos.
Una vida con un sueño,
O un sueño con vida…
No importaba lo que fuese
Si podía ser feliz.

Promesas sin cumplir olvidadas en el viento,
Odio y rechazo esparcidos en el aire,
Ira sin razón, Ira contenida,
Y el miedo a uno mismo,
El miedo a no ser “uno más”

Un mundo insípido e incorregible,
De días monótonos y poco agraciados,
Sin fechas que valga la pena recordar
sin sentir tristeza.
Un mundo carente de emoción
Y de sentido.

Pero en la vereda de enfrente,
Que existe porque alguien se atrevió a cruzar;
Hay una vida desencantada,
Una vida con un sueño,
O un sueño con vida,
Que sin ninguna fecha para recordar
Llevó su mente muy lejos,
Hacia un pasado mejor.

Y mirando la vereda gris en la que vive el mundo
Trata de convencerse,
Y buscar sentido a esa realidad.
Que sin fechas para recordar
Puede llevar su mente muy lejos
A un pasado prospero.
Que sin fechas para recordar
Puede llevar su mente muy lejos
Hasta un futuro mejor.